Se trata de contracciones bre­ves, repetitivas, sin finalidad, semivoluntarias o involuntarias de un músculo o un grupo mus­cular funcional, frecuentemente de la cara, hombro o brazo. Probablemente, las causas consistan en las lesiones deri­vadas de la irritación que han sufrido algunas áreas por donde transitan los nervios faciales. Las manifestaciones clínicas son el espasmo paroxismal de los músculos faciales, el cual se inicia en el orbicular de los párpados. La enfermedad se desarrolla en forma lenta, pero afecta gradualmente a todos los músculos en la parte inferior de la cara. La tensión psíquica, la angustia, la fatiga y el in­somnio pueden agravar el espasmo. Cuando el paciente está dormido, puede que los síntomas desaparezcan. Habitualmen-te, el examen del sistema nervioso no revela signos positivos. El estado clínico avanza lentamente, pero su agravamiento hace difícil el tratamiento.

TRATAMIENTO
1) Método: Se aplica acupuntura con agujas filiformes.
Prescripción: Puntos principales: Xiaguan, jiache, sibai, di-cang, taiyang y hegu.
Puntos secundarios: Fengchi, yifeng y taichong.
Explicación: Prepondera el método de tonificación y disper­sión parejas, la sensación acupuntural no debe ser fuerte, se retiene las agujas durante 30′, se da 1 sesión al día o en días alternativos, y 1 curso de tratamiento termina en 10 sesiones. Experiencias clínicas: Se ha informado sobre 102 casos de esta afección tratados mediante acupuntura destinada al flujo de la energía en base de la selección de puntos conforme a la diferenciación de los síntomas. Los pacientes fueron divididos en 5 tipos:
1) Persistencia del viento-frío: Generalmente son secuelas de parálisis facial. Para el tratamiento conviene disolver el viento y el frío y despejar y dinamizar los canales y colaterales. A este propósito se aplica el método productor de calor en el wangu y el método favorable al flujo de energía en el waiguan y zusanli (por este método se refiere a una especie de acu­puntura que estriba en cierta manipulación de agujas para excitar la energía de los meridianos y canalizarla desde el punto de estímulo por los mismos meridianos hasta el lugar de la enfermedad). En el caso de frío patógeno relativamente grave se añade la aplicación de agujas quemantes mediante punciones rápidas en el sibai, quanliao y otros puntos. 2) Deficiencia de la energía y la sangre: se manifiesta predomi­nantemente por el parpadeo y la contracción de los músculos faciales, los cuales pueden estar asociados con respiración corta, cansancio, sudor espontáneo, insomnio, vértigo, etc. Cuando el sujeto está fatigado y ha dormido mal, la contrac­ción se agrava, de color claro la saburra, engordado el cuerpo de la lengua con huellas de dientes en el borde, y débil el pulso. Es apropiado tonificar la energía, nutrir la sangre y extinguir el viento. Se toma como principales los puntos baihui, zhongwan, qihai, zusanli, sanyinjiao y hegu para aplicar el método conducente al flujo de la energía. 3) Deficiencia fun­cional del hígado y los riñones: contracción muscular en la cara, acompañado de vértigo, tinitus, nerviosismo, y mens­truación irregular. La contracción está relacionada con las alteraciones anímicas. La lengua enrojece y tiene poca saliva y el pulso se presenta filiforme y similar a una cuerda, pero perceptible. Es adecuado nutrir los riñones, apaciguar el híga­do, aliviar el espasmo y apagar el viento. Se usa como princi­pales los puntos baihui, fengchi, taixi, taichong, renzhong y neiguan a objeto de aplicar el método encaminado a hacer fluir la energía. Este método también se aplica en el hegu o el lieque. 4) Deficiencia del yin e hiperfunción del yang: contrac­ción o espasmo facial, acompañado a menudo de vértigo, cefalea, nerviosismo, deposiciones secas, sequedad y amar­gura en la boca, síntomas que empeoran cuando el individuo está enojado o no ha podido conciliar con el sueño. La lengua se pone roja, y amarilla la saburra, la lengua se agrieta por medio, y el pulso se capta como cuerda pero es perceptible. Para el tratamiento conviene nutrir el yin y bajar el yang, así como apaciguar el hígado y disipar el viento. Se elige como principales los puntos baihui, fengfu, neiguan, taichong y hegu con la finalidad de practicar el método que contribuye al flujo de la energía. Este método igualmente se adopta para el nei-guan o el waiguan. 5) Otros tipos: entre ellos se incluyen la deficiencia funcional del bazo con humedad grave, el yang no vigoroso de los riñones, el exceso interno del fuego de flema, etc. El tratamiento clínico tiene que realizarse de preferencia acorde a la diferenciación de los síntomas. Para la deficiencia funcional del bazo con humedad grave conviene sanear el bazo, favorecer la energía y extinguir el viento. Se escoge los puntos baihui, zhongwan, zhangmen, yinlingquan, zusanli, sanyinjiao y neiguan a fin de aplicar el método destinado al flujo de la energía. Para el yang no vigoroso de los riñones se usa como principales los puntos del meridiano du y se practica al mismo tiempo en el houxi el método apropiado para el flujo de la energía. En cuanto al exceso interno del fuego de flema es conveniente bajar la flema, disipar el calor y dispersar el viento. Se opta por los puntos renzhong, shanzhong, zhong-wan, yanglingquan, fenglong, neiguan y hegu para la aplica­ción del método que contribuye al flujo de la energía. Resultados del tratamiento en este grupo de pacientes: Salvo 3 casos no incluidos en la estadística del efecto terapéutico, la eficacia llegó al 82,8% en los 99 casos restantes, en cambio, la eficacia de los métodos ordinarios (medicación china y occi­dental, fisioterapia, bloqueo, acupuntura y moxibustión comu­nes, etc.) aplicados a otros 43 casos fue de solamente 23,2%. De ello se desprende que hay una evidente diferencia de efec­to terapéutico entre la aplicación de agujas filiformes para hacer fluir la energía y otras terapias. Durante el proceso de tratamiento destinado a favorecer el flujo de la energía, se hicieron repetidos intentos de excitación en 96 pacientes. Los resultados demuestran que, cuanto mayor los intentos de excitación, tanto más lejos se transmitía la sensación, la cual inclusive podía llegar a la cara. A través del tratamiento de excitación se descubre que, mientras más lejos alcanzaba la sensación, mejor resultaba el efecto terapéutico, y que, si la transmisión no era notoria, el efecto era pobre. Relación entre el efecto terapéutico y la duración de la afec­ción y el estado morboso: Según el análisis clínico hecho de este grupo de casos, cuando la enfermedad había durado menos tiempo y el espasmo tenía una extensión menor, mejor resultaba la terapia; y si el espasmo había durado más tiempo y tenía una mayor extensión, el efecto era menor. A modo de ejemplo, la eficacia y la curación fueron de 9 1,2% y 32,4%, respectivamente, en los casos de espasmo de grado leve y los casos cuyo estado clínico había durado menos de 6 meses; mientras en aquellos casos que habían durado más de 6 me­ses estas tasas llegaron solamente al 80,2% y 6,5%. Efecto terapéutico a largo plazo: la inspección médica realizada a 32 pacientes por espacio de 1 mes-2 años y medio hace constar que únicamente 2 casos habían recidivado, siendo un 6,3%. Por esto se sabe que el método destinado a activar el flujo de la energía surte un efecto terapéutico a largo plazo también bastante seguro para el tratamiento del espasmo de los mús­culos faciales.
El espasmo de los múscu­los faciales es una enfer­medad persistente, y sus ataques se repiten con facilidad, por lo cual es difícil de tratar. El método destinado a activar el flujo de la energía, al ser aplica­do para el tratamiento, no sólo ha obtenido un efecto terapéutico a corto plazo bastante satisfactorio (efi­cacia de 82,3%), sino tam­bién un efecto a largo plazo relativamente estable (efi­cacia de 76,3%). Mientras tanto, los otros métodos usados para el tratamiento en comparación con él ha tenido un efecto a corto plazo de solamente 23,2% y un efecto a largo plazo de 18,8%. En ello se nota la ventaja del método utilizado para activar el flujo de la energía. Así se comprende que es correcta la conclu­sión de que este método hace que la energía llegue a donde está la enfermedad y que una vez llegada ésta se produce el efecto. El método de activar la energía también significa transportar la energía. Para su manejo se usa la excitación. Su aplicación requiere un ambiente tranquilo y una temperatura apropiada (20°C-25°C). Tanto el terapista como el paciente tienen que estar con calma y mentalmente concentrados. Luego, el terapista hace girar o vibrar las agujas suavemente, permitiendo al paciente experimentar un estímulo suave y sostenido, para asegurar que esta sensación se transmita de manera idónea. Hay que reajustar en todo momento la profun­didad y dirección del avance de las agujas. Si la energía del meridiano alcanza a una articulación y no puede pasar por ella, es preciso continuar manipulando la aguja y esperar un momento, o presionar con los dedos siguiendo el recorrido del meridiano para ayudar a la energía a cruzar la articulación y a llegar al lugar de la enfermedad.
Esta afección se debe preponderantemente a la pedida de energía y sangre y a la no nutrición de los tendones por la sangre. De entre los 102 casos incluidos, 45 correspondían a la pérdida de energía y sangre, representando un 44,1%.
La transmisión de la sensación cobra una enorme diferencia de distancia en las distintas etapas de excitación. Cuanto más son los intentos de excitación y más lejos llega la sensación, mejor es el efecto terapéutico. Si la sensación alcanza arriba de los hombros mediante la excitación provocada por la manipulación de agujas, el efecto terapéutico puede llegar al 91,4% y, en contras­te, si se produce únicamente una sensación de entumeci­miento y plenitud en el área, la eficacia es de sólo 80%. Razón por la cual una con­cienzuda y repetida manipu­lación de agujas para la pro­ducción de excitación ocupa un importante sitial en el tratamiento.
Caso registrado: Paciente Wang, femenino, 40 años de edad. Tuvo la primera consul­ta médica ellO de marzo de 1979. Refirió que desde hacía 4 meses presentaba espas­mo en los músculos faciales del lado derecho. La parálisis facial empezó 10 meses atrás, afectando la boca y los ojos. Había sido atendida en un hospital local con acupun­tura y moxibustión, así como con la inyección de vitaminas B1 y B12 en los puntos acu-punturales y, como resultado, había mejorado en algo de la desviación de la boca y los ojos. Pero hacía 4 ó 5 meses que el párpado inferior, los músculos faciales y la comisura labial del lado derecho empe­zaron a contraerse involuntariamente, cada vez con mayor frecuencia. La contracción era especialmente notoria cuando comía, hablaba y sentía nerviosismo o cuando eran días som­bríos o lluviosos. Sentía los músculos faciales del lado dere­cho inhibidos, pero no dolor. Dormía mal y soñaba mucho, sufría palpitación, orinaba y defecaba normalmente. Examen físico: subsistencia de las arrugas frontales, oclusión parcial de los párpados, fruncir parcialmente las cejas y elevar algo la nariz, comisura labial desviada hacia la derecha, imposibilidad de buccinar, músculos faciales del lado derecho atrofiados, subsistencia del surco nasolabial, pulso hundido, filiforme y débil, saburra delgada y blanquecina y lengua roja.
Diagnóstico: Caso debido al estancamiento del viento-frío y a la contractura de los tendones y músculos. Para el tratamiento se procedió a disipar el frío patógeno mediante calentamiento y a distensionar los tendones para aliviar el espasmo. Selec­ción de puntos: wangu del mismo lado, waiguan de ambos lados y zusanli también de los dos lados con el método de tonificación. Cada 10 días se le hizo una sangría mediante punciones rápidas con agujas quemantes en el sibai y quan-liao. Finalizadas 4 sesiones de terapia, el espasmo se redujo visiblemente en frecuencia. Cada día el tic sucedía apenas unas 10 veces y duraba 1-2′ por vez, pero era más fuerte que antes. Tras 30 sesiones, el tic se había aliviado en lo funda­mental. Se suspendió la acupuntura luego de 35 sesiones para someter a la paciente a la observación. Las visitas médi­cas efectuadas 8 meses después constataron que el tic no había recidivado.

2) Método: Se aplica implantación hipodérmica de agujas.
Prescripción: Ermen (SJ 21), xiaguan, jiache, quanliao, tong-ziliao, sibai, yifeng, dicang y ashi.
Explicación: Cada vez se toma 2-3 puntos del lado enfermo. Se usa agujas intradérmicas, agujas filiformes delgadas o agujas en forma de T. Primero se inserta en sentido vertical y, cuando llega la energía, se regresa la aguja, se inserta en sentido horizontal, se la deja debajo de la piel y se la adhiere con esparadrapo. Las agujas permanecen insertas por 1-3 días antes de ser retiradas y luego se cambia los puntos para una nueva implantación de agujas. 1 curso de tratamiento ocupa 5-10 sesiones y se intercalan 7-10 días de un curso al subsiguiente.
Experiencias clínicas: Con esta terapia fueron tratados 11 pacientes de espasmo de los músculos faciales, 4 varones y 7 mujeres. El proceso evolutivo variaba de 3-12 años de dura­ción. 2 lo padecían en el lado izquierdo y 9 en el lado derecho. Todos habían sido tratados con variadas terapias, pero sin efectos satisfactorios, así que se confiaron a la implantación de agujas.
Método de tratamiento: Cuando se oprime con los dedos en la región afectada, esto puede aliviar el espasmo local, el cual suele estar en los puntos quanliao, sibai, tongziliao, ermen, etc., pero a veces no se halla en los puntos ordinarios sino en el ashi. Entonces se escoge este punto como principal y, en su auxilio, se puede agregar otros 2-3 pares de puntos del lado enfermo. Con agujas intradérmicas o agujas filiformes delga­das y pequeñas se punza perpendicularmente en el subcórtex. Llegada la energía, se las hace retroceder un tanto, se pun-ciona 0,3 cun en sentido horizontal y se fija con esparadrapo los mangos de aguja. Las agujas quedan insertas durante 2-3 días y se cambia los puntos para otra implantación. Resultados del tratamiento ofrecido en 8-30 sesiones: Des­aparición de los síntomas, 2 de los 11 pacientes; efecto nota­ble, 2; disminución, 2; y efecto nulo, 5. Acorde a las inspeccio­nes médicas realizadas durante 1-2 años, la afección había recidivado, en 6 casos en que se obtuvo efecto terapéutico, en 1 de los que habían mejorado y en otro en que habían dismi­nuido los espasmos.
Hay otro historial clínico que pertenece a 1 caso persistente de espasmo de los músculos faciales laterales el cual fue curado con la inserción de agujas en el jiache. Se utilizaba una aguja filiforme de 2,5 cun de largo para insertar en el jiache hacia el dichang en sentido transversal hasta haber avanzado la aguja en 2 cun. Llegada la energía, se aplicaba el método de estí­mulo poderoso y se dejaba inserta la aguja durante 30′. Para
entonces la convulsión facial ya estaba controlada. Luego, se punzaba adicionalmente en el hegu con el método de tonifica-ción y dispersión parejas y se dejaba inserta la aguja por 30′. Al día siguiente, el espasmo tuvo un nuevo acceso. Se conti­nuó con la implantación de agujas usando el mismo método durante varios días hasta la curación del paciente.

3) Método: Se aplica agujas intradérmicas.
Prescripción: Puntos del lado enfermo o puntos de arranque de movimiento del tic.
Explicación: Se utiliza agujas filiformes Núms. 30-32, de 0,5­1,5 cun de largo, se las interna en la piel de los puntos del lado enfermo y se procura conseguir que se suspendan allí sin caer.
Experiencias clínicas: Se ha informado sobre 30 casos de espasmo de los músculos faciales tratados mediante acupun­tura poco profunda en la piel. Eran 11 hombres y 19 mujeres. El más joven tenía 15 años de edad, y el más viejo, 65 años. Entre ellos se incluían 25 casos esenciales y 5 de secuela por parálisis facial. El proceso evolutivo más corto era de 2 sema­nas, y el más largo, más de 20 años.
Método de tratamiento: Se elige los puntos del lado facial afectado, se puede dar una punción en cada punto o varias punciones en torno a cada uno de los puntos, o bien puede dejarse insertas las agujas en forma compacta en el punto de arranque de movimiento. E incluso es permisible propinar dispersamente una punción a cada 1 cm. en el área enferma. Se ingresa las agujas en la piel y se hace que emerja un mon­tículo de la piel donde está la punta de la aguja. Las agujas quedan insertas por 20-30′, es 1 sesión de acupuntura al día, y 10 sesiones forman 1 curso de tratamiento. Resultados del tratamiento en los 30 casos: Curación, 18; efecto notable, 5; y mejoramiento, 7. Mínimo de sesiones: 5; y máximo: 30. El efecto terapéutico fue mejor en los casos que recibieran 3 cursos de tratamiento. Mientras más leves eran los síntomas y más corto la evolución, mejor resultaba el efec­to.

4) Método: Se aplica inyección en puntos acupunturales.
Prescripción: Xiaguan, taiyang, yifeng, jiache, fengchi, hegu, zhigou (SJ 6), juegu (Vb 39) y fenglong.
Explicación: Se prepara una solución de 3 ml de vitamina B1, con 300 microgramos de contenido y 2 ml de clorhidrato de procaína al 2%. Cada vez se escoge 2-3 puntos del lado en­fermo, 1 punto de un miembro superior y 1 punto de un miem­bro inferior (tomados en forma cruzada) y se los utiliza alterna­tivamente. Si el paciente siente el efecto por la inyección apli­cada en cierto punto, éste puede ser usado 2-3 ocasiones sucesivas. Como método se inyecta 1 ml de dicha solución en cada punto. Es 1 sesión diaria, 10 sesiones integran 1 curso de tratamiento, y luego se interrumpe la terapia por lO días antes de reanudarla.
Experiencias clínicas:
1. Valiéndose de la referida terapia, se dio tratamiento a 29 casos. Tenían la enfermedad ya por 1-23 años. Resultados tras haberse ofrecido 1-5 cursos de tratamiento: curación, 5 casos; efecto notable, 6; mejoramiento, 9; y efecto nulo, 9. En 1 de los casos curados los síntomas desaparecieron luego de 1 curso de tratamiento, pero reaparecieron medio año más tarde. El paciente fue tratado nuevamente, pero el efecto resultó pobre.
2. Se ha informado de otra clase de inyección. Se prepara una solución con 0,1 g de fenobarbital de sodio más 1 ml de clorhidrato de pro-caína al 1%. Se la inyecta en el área de espasmo y en los puntos periféricos, es 1 sesión cada día o cada dos días, y 1 curso de tratamiento se cumple en 10 sesiones. Con esta terapia fueron tratados 100 casos. 16 de ellos curaron y los 84 restantes mejoraron. Sin embargo, 10 recidivaron pasados 6 meses.

5) Método: Se aplica laserpuntura.
Prescripción:   Sibai, chengqi, dicang, jiache, hegu, etc.
Explicación:
Con el láser helio-neón de 1,2-1,8 milivatios se enfoca e irra­dia a los puntos del área facial de espasmo y, adicionalmente, al hegu del mismo lado. En cada sesión son irradiados 2-5 puntos, en cada uno de los cuales la irradiación dura 3′. Se da 1 sesión al día, siendo 1 curso de tratamiento compuesto de 10 sesiones.
Experiencias clínicas: Al utilizar un aparato de láser helio-neón de pequeña potencia, se dio tratamiento a 21 casos de espasmo de los músculos faciales. Eran pacientes de 10 hom­bres y 11 mujeres tratados por consulta externa. Tenían de 20-57 años de edad. La enfermedad había durado menos de 1 año en 6 casos, 1-2 años en 5 casos, 3-5 años en 6, 6-lO años en 3, y 20 años en 1. 11 casos tenían espasmo en el lado izquierdo, y 10 en el lado derecho. 5 de ellos tenían antecedentes de esta afección en el mismo lado. El examen del sistema nervioso no revelaba signos positivos. Según la medición, la intensidad y el valor de tiempo de los troncos nerviosos faciales se encontraban dentro de lo normal. Todos los enfermos fueron tratados principalmente con la irradiación del láser, en tanto que a algunos se les administró al mismo tiempo medicamentos por vía oral en consideración de sus síntomas. Concluido el tratamiento, el espasmo dismi­nuyó en intensidad y frecuencia en la mayoría de los pacien­tes, sin que se descubriera ninguna reacción maligna. Resul­tados: desaparición completa de los síntomas en 2 de los 21 casos; disminución notable de la intensidad y frecuencia, o ataques esporádicos, 6 casos; disminución de la gravedad del ataque y reducción ligera de la frecuencia, 8 casos; y sin cam­bios, 5 casos.
Cumplida la observación, el autor de la información señala que el efecto terapéutico fue mejor en los casos de corta evolu­ción. La terapia fue eficaz en 10 de los 11 casos de menos de 2 años de duración (curación, 2 casos; efecto notable, 4; y mejoramiento, 4) y fue nula en sólo 1 caso. Fue eficaz en 6 de los 10 casos de más de 3 años de duración (efecto notable, 2 casos; y mejoramiento, 4) y fue nula en los 4 casos restantes. A excepción de 2 pacientes atendidos durante 4 cursos de tratamiento (efecto notable), los demás de este grupo recibie­ron un solo curso de terapia. El autor opina que, si el paciente no puede superar el nerviosismo, el disgusto y otros factores, el resultado se verá afectado.
Explicaciones adicionales: La medicina tradicional china considera que esta afección se debe mayormente a la pérdida de energía y sangre, la acción del viento del hígado en el organismo, o la invasión de los canales y colaterales por el viento-frío, y que la acupuntura, moxibustión y otras terapias aplicadas en los puntos acupunturales a menudo pueden producir efectos relativamente buenos. No obstante, estos efectos son muy variados según cómo sea el grado de es­pasmo, la constitución física del paciente, así como las dife­rentes terapias que se aplican en los puntos. Es de opinión general que, si el caso es leve, y el paciente físicamente fuer­te, la sensación de acupuntura se transmite bien y el efecto resulta bueno, pero que estas terapias difícilmente pueden producir efecto en los casos graves y persistentes. Por otra parte, el tratamiento en los puntos debe tener en cuenta el estado del organismo. Cuando se intenta fomentar el yin, tonificar el hígado, sanear el bazo y nutrir el estómago para fortalecer los factores antipatógenos y eliminar los facto­res causantes, se prefiere tomar los puntos de los meridianos yangming, shaoyin y jueyin de las manos y los pies, por lo cual sucede con frecuencia que, a medida que el organismo mejora en su conjunto, el espasmo de los músculos faciales también mejora.

PARALISIS FACIAL

octubre 17, 2009

La manifestación clínica más común es la inflamación aguda no supurativa en el foramen estilomastoideo debida a la irrita­ción causada por frío, la infección viral o la invasión del viento-humedad. Por estas causas se conoce también como neuritis facial. Pero hay un reducido número de casos de parálisis facial provocados por afección que el paciente sufre en la periferia de los nervios faciales, o por la lesión traumática que han tenido estos nervios. La medicina tradicional china deno­mina a esta afección «desviación de la boca y los ojos» y la atribuye a la incursión del viento patógeno en los canales y colaterales.
Esta enfermedad evoluciona con rapidez, de modo que los músculos de la cara se desvían hacia el lado sano, el ojo del lado enfermo no se puede cerrar, el surco nasolabial desapa­rece y los ángulos de la boca caen. Tales cambios se dividen en grados leve, medio y grave, dependiendo mayormente de cómo es la reacción de degeneración de los nervios. El grado de cambio y el pronóstico observan una muy íntima relación con el tiempo de recuperación. El cambio de degeneración total difícilmente puede ser recuperado.

TRATAMIENTO
1) Método: Se aplica acupuntura con agujas filiformes.
Prescripción: Puntos principales: Touwei, yangbai, taiyang, sibai, xiaguan, jiache, yifeng, dicang, yingxiang y hegu. Puntos secundarios: Fengchi, zanzhu, sizhukong, daying, jiachengjiang y zusanli.
Explicación: Para esta terapia predomina el método tonifican­te o el método de tonificación y dispersión parejas, pero igual­mente puede aplicarse el método productor de calor. Es mejor que la acupuntura produzca una sensación de calentamiento en la cara. Se debe rotar las agujas en ángulos pequeños, y no ser excesiva la magnitud de estímulo, se retienen las agujas por 10-20′, y durante la inserción se puede rotarias ligeramente 1-2 veces. Es 1 sesión al día o en días alternati­vos, 10 sesiones forman 1 curso de tratamiento, y se interca­lan 5-7 días entre un curso y el subsiguiente. Experiencias clínicas: La acupuntura aplicada a la parálisis facial lleva una larga historia y tiene buen efecto, y de ella se dispone de ricas experiencias. En las últimas décadas se ha informado extensamente sobre el tratamiento de esta enfer­medad.
Según estadísticas incompletas relativas a la simple aplicación de acupuntura a 2.678 casos, la curación fluctuó del 41,4%-87,4%, promediando el 66,81%; la eficacia osciló del 85,8%-99,4%, siendo el promedio de 95,67%; y el efecto definiti­vamente nulo fue de alrededor de 4%. Los puntos más usuales son el dicang, jiache, yingxiang, xiaguan, sibai, zanzhu, yangbai, sizhukong, yifeng, hegu y zusanli. Cada vez se toma 4-5 puntos, o incluso más. En la mayoría de casos, se prefiere insertar en el lado enfermo, pero también se puede insertar en ambos lados o únicamente en el lado sano. Por lo general, se punciona en forma suave y poco profunda, pero también hay quienes perfo­ran los puntos de uno a otro de una sola punción. Se deja insertas las agujas durante 15-30′. Cuando la inflamación subsiste en la etapa inicial, conviene insertar poco profundo o aplicar exclusivamente la moxibustión. Si el dolor del área enferma es notorio y está acompañado de la dilatación veno­sa, se permite hacer sangría con una aguja de tres filos. Para el estado clínico prolongado es conveniente utilizar simultá­neamente acupuntura y moxibustión o combinar la acupuntura con otras terapias en los puntos acupunturales. Acerca de los mecanismos de la acupuntura y moxibustión para el tratamiento de la parálisis de los nervios faciales, aún no se ha estudiado mucho hasta el momento. Al utilizar la electromiografía para propósitos de experimento y obser­vación, se descubrió que la acupuntura es capaz de mejorar los resultados del electromiograma de los músculos ya altera­dos, permite que las fibras musculares desprovistas del control de los nervios vuelvan a estar controladas por ellos y hace que los nervios lesionados por la enfermedad recuperen la función gradualmente.
1. 500 casos de parálisis de los nervios faciales tratados con la acupuntura y moxibustión. Método utilizado: Se toma como principales los puntos del meridiano yangming y como auxilia­res los puntos locales. Conforme al estado clínico se elige 4-8 puntos cada vez, se da 1 sesión diaria en la etapa inicial, y 5 ó 6 días después, se ofrece 1 sesión en días alternativos, y 1 curso de tratamiento tiene 12 sesiones. Para la etapa inicial de la enfermedad o para el paciente físicamente fuerte se aplica la acupuntura como terapia predominante, o bien se puede hacer sangría mediante la perforación de un punto a otro o mediante punciones rápidas dadas en la boca y las mejillas. En cuanto a los pacientes con una larga evolución y física­mente débiles, la moxibustión indirecta con rebanadas de jengibre, el masaje local, la ventosa, el puncionar con agujas «flor de ciruelo» y la inyección en puntos acupunturales igual­mente pueden ser aplicados.
Resultados del tratamiento dado a este grupo de 500 pacien­tes: Curación, 264 casos (52,8%); efecto notable, 63 casos (12,6%); progreso, 166 casos (33,2%); efecto nulo, 7 casos (1,4%); y eficacia, 98,8%.
Por lo general, cuando la parálisis de los nervios faciales lleva 15 días, puede ser determinada por medio de un electromio-grama. Esto ayuda al pronóstico acorde al grado de lesión de los nervios.
Fueron tratados 100 casos. 44 no tenían reacción de degene­ración y 40 de éstos fueron curados, un 90,9%. De los 39 casos que mostraban reacción de degeneración parcial, 9 fueron curados, un 11,8%. El tratamiento estadístico reveló una gran diferencia de tasa de curación entre los casos caren­tes de la reacción de degeneración y los casos asociados con ella, o sea, P<0,00 1. La reacción de degeneración total per. se no es un indicio para el pronóstico maligno, el cual puede ser sugerido por la reacción de degeneración absoluta. En otro grupo de 111 casos había 20 que tenían la reacción de degeneración absoluta, y ninguno fue curado. Luego del tratamiento estadístico se observó una muy notoria diferencia de curación (t=4,47, p<0,01) entre los casos carentes de la reacción de degeneración y los que la tenían absoluta.
2. Se sometió a la observación clínica a 1.195 pacientes, de los cuales el más viejo contaba 80 años, la mayoría, o sea, el 70%, eran jóvenes o adultos.
Procedimientos. 1) Acupuntura en base a la diferenciación de los síntomas: fueron tomados- como puntos principales los que se hallan en los meridianos (los shaoyang de la cara). Puntos locales y cercanos: yangbai, tongziliao (Vb 1), fengchi, sibai, dicang, jiache, xiaguan, yingxiang, quanliao (ID 18), yuyao, renzhong (Du. 26), chengjiang y heliao de la nariz (IG 19), de los cuales se escogió cada vez 3-4. Y puntos distales: hegu, zhigou (SJ 6) y zusanli. En algunos pocos pacientes se puncionó dentro de la boca en el jianei, que es un punto nuevo apropiado para la parálisis facial. 2) Métodos de acupuntura para este grupo de pacientes: tonificación (estímulo débil) en el área local y dispersión (estímulo poderoso) en los puntos lejanos; y en algunos casos, tonificación y dispersión simultá­neamente, o tonificación en el lado enfermo y dispersión en el lado sano. Y 3) Electropuntura en una minoría de casos: se abría los puntos y se cubría los cortes con fármacos. Luego se empujaba los puntos (esto es, restituir los puntos desviados a la posición normal) y después se insertaba en ellos de igual manera que la acupuntura corporal. Las agujas eran retenidas durante 10-20′.
965 de los casos de este grupo fueron curados, ocupando un 80,7%; 147 obtuvieron efecto notable, un 12,3%; 73 progresa­ron, un 6,4%; y 7 no cedieron al tratamiento, un 0,6%. La efi­cacia total fue de 99,4%.
Cierta información médica puntualiza que si bien la acupuntura y la moxibustión son eficaces, no conviene adoptar el método de «picar como un pájaro», el cual tiende a lesionar las fibras nerviosas y probablemente afecte por ello a la recuperación. Se aconseja internar y retirar las agujas en sentido perpendi­cular, se las deja insertas durante 10-20′, se sirve del método tonificante en la etapa inicial de la enfermedad y no se debe propinar un estímulo excesivo en el lado enfermo. Únicamente obrando así, será posible obtener efectos positivos. Si la parálisis facial está asociada con complicaciones tales como hipertensión sanguínea y otitis media, el pronóstico resulta bastante pobre. Durante las primeras dos semanas de esta afección, el sahumerio medicinal, el corte de los puntos, las agujas quemantes, la electropuntura y otros métodos pro­meten una recuperación lenta y un pronóstico no bueno. Sin embargo, si la moxibustión concurre en su combinación, ayu­da a elevar el efecto terapéutico y resultará todavía más eficaz en los pacientes que tienen una larga evolución. Según un informe, la moxibustión permite a menudo, a los pacientes que sufren diversas parálisis de los nervios, mejorar su salud y les ayuda a reponerse de esta enfermedad. 3. Se aplicó acupuntura poco profunda en múltiples puntos para tratar a 27 casos de parálisis facial antigua y se obtuvo resultados bastante buenos.
Características de este método: Acupuntura poco profunda significa hacer entrar las agujas solamente en 0,2-0,3 cun; y puntos múltiples (punciones múltiples), gran número de puntos escogidos para el tratamiento.
La acupuntura poco profunda tiene aplicación para la parálisis facial de etapa avanzada o la parálisis facial antigua. Durante la retención de agujas el rostro del paciente enrojece y el suje­to siente calor en él, lo cual fomenta la actividad del organismo y activa la circulación de la energía y la sangre en la región facial. Por esto se sabe que la acupuntura de poca profundi­dad se centra en la tonificación.
Fueron escogidos para el tratamiento 27 pacientes quienes llevaban ya más de 6 meses de parálisis facial. El proceso evolutivo más largo era de 15 años y, en la mayoría de ellos, había durado de 1-4 años. Antes de recibir la mencionada terapia, todos habían sido tratados con la medicación, la acu-
puntura y la moxibustión, así como la fisioterapia, pero sin resultados notables.
Métodos de tratamiento. Selección de puntos: Los puntos usuales para la parálisis facial son tomados del lado afectado. Se usa el hegu y zusanli de ambos lados. Manejo de acupun­tura: en todos los puntos tomados del área de parálisis facial se inserta con poca profundidad en 0,2-0,3 cun con agujas filiformes N.° 30, de un cun de largo, y se las hace girar sua­vemente. Al punto fengchi se aplica una aguja filiforme de un cun de largo y se la interna en 0,5-0,6 cun hacia el ángulo del ojo opuesto. En el hegu y zusanli se utiliza agujas filiformes y se las hunde verticalmente hasta algo de un cun de profundi­dad, y llegada la energía, se practica el método de tonifica-ción. En cada sesión se retiene las agujas por 30′, 10 sesiones componen 1 curso de tratamiento y se da 1 semana de reposo entre un curso y el subsiguiente.
Resultados del tratamiento: Curación en lo fundamental, 12 casos, un 44,4%; efecto válido, 14 casos, un 51,9%; efecto nulo, 1 caso, un 3,7%; y eficacia total, 96.3%. Comprensiones del autor de esta información. La obra de medicina antigua Suwen Ci Yao Lun (Preguntas esenciales, sobre el quid de la acupuntura) comenta en parte: «la enfer­medad puede ser flotante o hundida, y la profunda o somera acupuntura; cada manipulación debe ser racional, mas no rebasar el límite». «Cualquier punción profunda o somera que no sea conveniente, se convertirá en altamente contraprodu­cente». Esto nos enseña que toda acupuntura debe ser pro­funda o somera según que convenga. Los principios de la medicina tradicional china para el tratamiento basado en la diferenciación de los síntomas tienen igual importancia para la aplicación de acupuntura y moxibustión. Contravendrá a tales principios la aplicación de un solo método de acupuntura a toda clase de enfermedades o a cualquier enfermedad de comienzo a fin; pues procediendo de este modo, los resulta­dos del tratamiento se verán afectados inevitablemente. Entre otras cosas, dice el autor, la acupuntura y moxibustión dieron resultados relativamente buenos a este grupo de pacientes cuyo estado clínico había durado más de 6 meses y, en la mayoría de los casos, de 1-4 años. La recuperación no fue espontánea, sino debida al efecto de estas dos terapias. Caso registrado: Paciente Bai, masculino, 58 años de edad, médico. A principios de diciembre de 1976 acudió a una clíni­ca y refirió lo siguiente: el 23 del mes anterior salió fuera de sitio de trabajo y regresó a su propio hospital avanzada la noche, en el camino se resfrió por el viento y esa misma no­che tuvo que compartir el trabajo de socorro a un niño grave­mente enfermo. A la mañana siguiente, cuando se cepillaba los dientes, descubrió que el agua se la escurría por la comi­sura de los labios, y sentía adormecida la mejilla derecha. Recibió 5 sesiones en consulta externa sin que obtuviera bue­nos resultados, mientras los síntomas se agravaban. Fue transferido a otro hospital para recibir la aplicación de excitación eléctrica, la inyección de penicilina y vitaminas B1 y B2 y la ingestión de dibazol y salicilato de sodio por espacio de 1 mes y días, pero también sin efecto alguno. Examen físico: El paciente no podía ocluir el ojo derecho, ni fruncir la ceja del mismo lado, tenía los labios desviados hacia la izquierda, no podía silbar, escurría saliva por la comisura labial, y su pulso era superfi­cial y apretado.
Diagnóstico: Parálisis de los nervios faciales perifé­ricos. Selección de puntos: taiyang, fengchi, jiache y dicang con la perforación del primero al segundo, jing-ming, yangbai, sibai, renz-hong, chengjiang y hegu. Le dieron 3 sesiones de acu­puntura por semana, siendo 1 curso de tratamiento inte­grado de 12 sesiones. De un curso a otro descansó 1 semana. Se le aplicó primero el método de dispersión y más tarde el de tonificación. Terminado un total de 4 cursos de tratamiento, el paciente quedó curado con la desaparición de los sínto­mas.

2) Método: Se aplicó elec­tropuntura.
Prescripción: Puntos princi­pales: Jiache (E. 6), xiaguan (E. 7), dichang (E. 4), yingxiang (IG 20), yangbai (Vb 14), sizhukong (SJ 23) y hegu (IG 4).
Puntos secundarios: Yifeng (SJ 17), chengqi (E. 1), juliao de la nariz (E. 3), yuyao (Extra.), heliao de la nariz (IG 19), taiyang (Extra.), xingjian (H. 2), zusanli (E. 36), houxi (ID 3), waiguan (SJ 5), etc. Puntos de experiencia: Qianzheng (Extra.) y xiaqianzheng (Extra.).
Explicación: Acorde al estado clínico se elige cada vez 2-3 pares de puntos, y los puntos mencionados son usados en forma rotativa y alternativa. Se utiliza ondas intermitentes u ondas compactas-ralas. El estímulo debe tener una intensidad suficiente para hacer que los músculos faciales convulsionen, al tiempo de ser tolerable para el paciente y no producir dolor en él. En cada sesión la electricidad es conectada durante 15­20′, se ofrece 1 sesión al día, 1 curso de tratamiento toma 10 sesiones, y se descansa 3-5 días antes de iniciar un nuevo curso de tratamiento. Experiencias clínicas:
1. En años recientes se ha informado ampliamente sobre el tratamiento de parálisis facial mediante aplicación de electro­puntura. Su aplicación a la parálisis idiopática de los nervios faciales periféricos ha tenido buen efecto terapéutico y tam­bién ha surtido ciertos efectos para la parálisis facial causada por otros factores. La mayoría de las informaciones hablan de tomar como principales los puntos de los meridianos yangming y shaoyang y están a favor de escoger de los puntos de la cara los de un solo lado, pero también hay quienes se pronuncian por usar los puntos de ambos lados. Para los puntos faciales se prefiere generalmente adoptar el método de perforación de puntos a flor de la piel, pero una minoría de tera-pistas perforan los puntos por medio de punciones profundas. Para la inflamación que subsiste en la etapa aguda, la mayo­ría propone la acupun­tura suave y cree que conviene una magni­tud de corriente eléc­trica adecuada para el estímulo débil, que ésta puede cambiarse después por otra me­dianamente poderosa, pero que en el área local no es aconseja­ble aplicar estímulo poderoso ni tener conectada la corriente por largo tiempo. Se atendió a 51 pa­cientes cuyas edades iban de 10-84 años. La enfermedad tenía diferentes lapsos de evolución incluso hasta más de 10 años. Y 15 de ellos la padecían desde hacía más de 2 años. La mayoría de los que la sufrían ya por más de 6 meses habí­an sido tratados con fisioterapia, acupuntura y moxibustión y otras terapias, las cuales, sin embargo, no surtieron efecto o éste fue muy pobre. Y como es natural, pasaron a la electro­puntura.
Procedimientos prescritos. Se toma como principales los pun­tos xiaqianzheng y dicang y como auxiliares los puntos xiaguan, taiyang y yangbai, siendo todos del lado enfermo. En el qianzheng se punza hasta una profundidad de 0,5-0,8 cun, consiguiendo que el paciente perciba una fuerte sensación de calambre, entumecimiento, plenitud y dolor. Se conecta el xiaqianzheng con el polo negativo de un aparato terapéutico transistorizado de corriente de choque, y el dicang con el polo positivo. Para el aparato basta por lo general el uso de estos dos puntos. En caso necesario se agregan puntos auxiliares, mientras que el xiaqianzheng constituye un punto principal. Si el xiaqianzheng es conectado con el polo negativo, y el xiaguan con el polo positivo; o se conecta el xiaqianzheng con el polo negativo y el taiyang con el polo positivo. Para el tra­tamiento se puede utilizar una frecuencia que va de 40-60 veces por minuto, y la frecuencia de ondas rectangulares debe ser de 100 veces por segundo, la amplitud de choque, de 250 microsegundos y la frecuencia de ondas en forma de dientes de sierra yendo de 15-150 veces por minuto. La magnitud de corriente toma por límite la aparición de una contracción y dilatación rítmicas de los músculos faciales del paciente, así como la capacidad de su tolerancia. En cada ocasión la elec­tricidad se mantiene conectada durante 15-30′, se da 1 sesión día por medio, 1 curso de tratamiento ocupa 12 sesiones, y se intercalan 5-7 días de reposo entre un curso y otro. Tras haber sido tratados con la citada terapia, 37 de los 51 casos fueron curados, ocupando un 72,5%; 8 se beneficiaron con efecto notable, un 15,7%; 4 mejoraron, un 7,8%; 2 no cedieron al tratamiento, un 4%; la eficacia notable o más que notable fue de 88,2%; y la eficacia total llegó al 96%. El trata­miento promedió 2-3 semanas por paciente. Los 2 casos en los cuales la terapia no tuvo efecto eran de muy larga evolu­ción. La aparición más rápida del efecto terapéutico fue tras 2 sesiones, y la más tardía luego de 13 sesiones. La observación de la reacción que el estímulo eléctrico produ­ce en el área enferma en el curso de electropuntura aplicada a la parálisis facial ayuda a estimar la extensión y el grado de lesión que los nervios y los músculos han sufrido por la enfer­medad, lo cual tiene cierto significado para pronosticar el efec­to terapéutico.

3) Método: Se aplica implantación intradérmica de agujas.
Prescripción:   Tinggong, xiaguan, tongziliao, sibai, dicang, jiache, jiachengjiang, quanliao, yifeng, touwei, waiguan, zusan-li, fengmen (V. 12) y dazhui.
Explicación: Cada vez se opta por 2-4 puntos del lado enfer­mo, por 1 punto del lado sano y por 1 punto distal (unilateral). Se usa agujas intradérmicas u otras de opresión. Con las primeras se inserta en sentido horizontal en 0,09-0,1 cun, y con las segundas en sentido vertical en los propios puntos. Se las adhiere con esparadrapo, se las extrae luego de haber permanecido insertas durante 24 horas y se las cambia para una nueva implantación. Es 1 sesión diaria, 1 curso de trata­miento se cumple en 5 sesiones, se descansa 3-5 días, y si el paciente no cura, se inicia el segundo curso de tratamiento. Esta terapia está indicada para los casos de parálisis facial periférica y para los pacientes de parálisis facial que tienen constitución física débil, que son nerviosos o que tienen miedo a la acupuntura.
Experiencias clínicas: Se impartió tratamiento con esta tera­pia a 50 enfermos de parálisis facial periférica. Entre ellos 27 varones y 23 mujeres, cuyas edades variaban de 11-64 años. La evolución era de menos de 1 semana en 25 de ellos, de 1­2 semanas en 20, de 15 días-l mes en 2, y 1 mes y medio en 3. Los casos que habían durado más de 1 semana habían sido todos tratados (con acupuntura, medicamentos chinos y occidentales, fisioterapia, etc.) sin obtener resultado notable y por ello tuvieron que pasar a esta terapia. Resultados de la implantación de agujas aplicada a este grupo de 50 casos: Curación, 41; efecto notable, 3; mejoramiento, 3; y sin efecto, 3. La eficacia total alcanzó al 94% y la tasa de curación fue de 82%. El tratamiento más corto tomó 7 días, y el más largo, 32 días, con 5 sesiones como mínimo y 19 como máximo. En el proceso de tratamiento concurrió, además, la aplicación de cobertura térmica en el área local y se instruyó a los pacientes a que se taparan el área afectada cada noche con una compresa caliente durante 10-15′. En cuanto a los 3 casos en los cuales el efecto fue nulo, fueron reexaminados medio año después, y se encontró con que tenían leves sín­tomas de secuela.

4) Método: Se aplica digitopuntura.
Prescripción: Zanzhu, yangbai, yuyao, sibai, xiaguan, jiache, renzhong, dicang, yingxiang, fengchi, hegu, etc.
Explicación:
El terapista utiliza el método combinado del corte, el rozamien­to y la presión digital, principalmente con los pulgares de am­bas manos y en su auxilio con los índices. Se elige puntos de ambos lados, se roza y presiona cada punto por 5′, y se usa los puntos referidos en forma repetida. Se da 1 sesión al día, y 1 curso de tratamiento finaliza en 10 días.
Experiencias clínicas: Fue aplicada esta terapia a 22 casos de parálisis facial. Todos llevaban menos de 10 días de evolu­ción y temían a la acupuntura. Concluidos 1-2 cursos de tra­tamiento, 14 fueron curados, 4 se beneficiaron del efecto no­table, 3 mejoraron y 1 no respondió al tratamiento. La eficacia llegó al 95,5% y la tasa de curación fue de 63,6%. Caso registrado: Paciente Wang, masculino, 31 años de edad. Al levantarse por la mañana, se asombró de sentir tensa la hemicara izquierda. Cuando se enjuagaba la boca, la saliva se escapaba de ella. Al mirarse en un espejo, descubrió que tenía la boca y los ojos desviados, no podía ocluir el ojo iz­quierdo, tenía lagrimeo, las arrugas frontales del lado izquier­do se habían borrado, y le era difícil enseñar los dientes. El paciente no tenía antecedentes de hipertensión arterial.
Diagnóstico: Parálisis facial del lado izquierdo. Habiendo recibido 3 sesiones de acupuntura y moxibustión en otro hos­pital, pidió esta vez digitopuntura por el miedo al dolor que producían esas terapias. Apenas 3 sesiones de digitopuntura, ya podía ocluir los párpados del ojo izquierdo en dos tercios y había menor desviación de la comisura labial. Después de 6 sesiones, el paciente se había recuperado notablemente, pero aún había desvío de la comisura labial. Finalmente, al cabo de 10 sesiones, se recuperó totalmente.

5) Método: Se aplica sangría acupuntural.
Prescripción:   Neidicang (Extra.).
Explicación: Con los dedos pulgar, índice y medio se voltea y deja descubierta la mucosa del carrillo del lado enfermo y se da punciones rápidas con una aguja de tres filos en la venilla de color violeto para que sangre un poco. Se ofrece 1 sesión por día, son 3-5 sesiones continuas, la terapia se suspende por 1 día y se vuelve a reanudar.
Experiencias clínicas: En 85 casos de parálisis facial trata­dos con sangría acupuntural aplicada en el neidicang. Eran pacientes que tenían de 6-76 años de edad. El proceso evolu­tivo más corto había durado 1 día, y el más largo, 1 mes. 60 pacientes llevaban 1-5 días de enfermedad; 21, de 6-15 días; y otros 4, menos de 1 mes. 19 casos eran de parálisis leve; 58, de parálisis medianamente grave; y los demás 8, grave. Resultados del tratamiento: Curación, 64 casos, un 75,3%; efecto notable, 5 casos, un 5,8%; mejoramiento, 12 casos, un 14,1%; y efecto nulo, 5 casos, un 5,8%. La eficacia total fue de 94,1%. El tratamiento mínimo implicó 3 sesiones; el máximo, 22 sesiones; y el promedio, 8,9 sesiones. Según señala el dato, si durante las punciones rápidas se descubre que el agujero anterior está rojo, se debe dejar la terapia 1-2 días para volver a empezar. Cuando se inserta rápido, la aguja no debe entrar profundo y, comúnmente, se interna en 0,06-0,09 cun aproximadamente, teniendo por nor­ma conseguir agujerear la venilla.

6) Método: Se aplica inyección en puntos acupunturales.
Prescripción:   Yangbai, zanzhu, taiyang, yintang, xiaguan, sibai, quanliao, yinxiang, renzhong, dicang, jiache, daying, chengjiang, fengchi y yifeng.
Explicación: Se prepara una solución con 0,5-1 mg de solu­ción inyectable de dexametasona más 2 ml de agua destilada. Se toma 2-3 puntos del área local en el lado enfermo y se inyecta la solución en ellos por separado. Es 1 sesión diaria, 10 sesiones componen 1 curso de tratamiento, se interrumpe la terapia por 5 días, y luego se repite la inyección. Este méto­do es apropiado para la etapa inicial de la parálisis facial y, habitualmente, se aplica sólo durante 2 cursos de tratamiento. Segundo método. Se prepara una solución con 1 mg de es­tricnina y 100 microgramos de vitamina B12. Se inyecta 0,5 ml en cada punto, es 1 sesión al día, y 1 curso de tratamiento ocupa 10 sesiones.
Tercer método. Se disuelve el contenido de una ampollita de hiposulfito de sodio al 0,032 por 100 en 5 ml de agua destilada y se inyecta en cada punto 0,5-1 ml de esta solución. Cada vez se usa 7 ú 8 puntos. Luego de la inyección conforme a lo requerido por esta terapia, el paciente siente dolor al cabo de 1 minuto y entumecidos los puntos durante 6-7′. 1 curso de tratamiento toma 10 días y después se suspende la terapia por 3-5 días.
Experiencias clínicas: 1. Fueron escogidos 164 pacientes de parálisis facial aguda y tratados con la inyección de dexame-tasona en los puntos acupunturales. Se diagnosticó que todos estaban en la etapa inicial de neuritis facial. 101 fueron trata­dos durante 1-5 días, 32 durante 5-14 días, y 31 durante 15-30 días. Todos tenían la enfermedad en un solo lado, menos 1 que la tenía bilateral. 3 de ellos tenían antecedentes de paráli­sis facial en los dos lados. Fueron curados en el curso de tratamiento, sin tener secuela notable. El más pequeño tenía 3 años de edad, y el más viejo, 58 años. El tratamiento duró 3 sesiones como mínimo, 20 como máxi­mo, y promedió 11,3 por paciente. Resultados del tratamiento, de los 61 casos leves: curación, 55; efecto notable, 2; mejo­ramiento, 2; y efecto nulo, 2. De los 88 casos medianamente graves: curación, 67; efecto notable, 3; mejoramiento, 8; y efecto nulo, 10. Y de los 15 casos graves: curación, 3; efecto notable, 2; mejoramiento, 4; y efecto nulo, 6. De entre este grupo de 164 pacientes, 126 fueron curados, esto es, un 76,2%. La eficacia total alcanzó al 84,6%. El análisis clínico demuestra que el efecto terapéutico tiene que ver con el grado de enfermedad. Este efecto fue mejor en los casos leves, menos en los casos medianamente graves, y menos aún en los casos graves. El tratamiento estadístico revela una notable diferencia de efecto (P<0,05) entre los casos graves y los leves.
2. Se aplicó la inyección de estricnina más vitamina B1, en los puntos acupunturales a 300 casos de parálisis facial. Los pacientes contaban de 3-81 años de edad. Salvo 3 casos derivados de lesiones traumáticas, los 297 restantes corres­pondían a neuritis facial aguda y tenían manifestaciones clíni­cas propias de esta afección. Además de la inyección, se añadió a este grupo de pacientes, electropuntura. Tanto la frecuencia como la intensidad de corriente eléctrica tuvieron por límite la tolerancia del paciente para el estímulo, o por la aparición de la contractura de sus músculos faciales. Los puntos a elegir fueron divididos en 3 grupos de acuerdo al grado leve, mediano y grave de parálisis facial en sus distintas ubicaciones. En términos concretos, se optaba cada vez por 3­4 puntos para la inyección. Paralelamente, se escogía otros 2­4 puntos para la electropuntura. Primer grupo de puntos para el borramiento de las arrugas frontales y el cierre parcial de los párpados: yangbai, zanzhu, yintang, sibai y taiyang. Segundo grupo de puntos para la imposibilidad de elevar la nariz: sibai, yingxiang y quanliao. Y tercer grupo de puntos para la desvia­ción de la comisura labial: dicang, jiache, daying, chengjiang y renzhong.
Resultados del tratamiento ofrecido a este grupo de 300 pa­cientes: Curación, 158 casos, o sea, un 52,7% del total. Espe-cificadamente, 138 de los 242 casos tratados durante menos de 15 días fueron curados, lo fueron también 148 de los 259 pacientes tratados durante menos de 1 mes y lo fueron otros 10 de los 41 casos tratados durante más de 1 mes. En con­formidad con las estadísticas, hubo una gran diferencia de resultados (P<0,01) en los casos con un proceso evolutivo menor de 1 mes y los que lo tenían superior a 1 mes. Relación entre el estado clínico y el efecto terapéutico: la curación de los casos leves, medianamente graves y graves llegó al 58,1%, 52,9% y 36,8%, respectivamente. Y 3. 70 pacientes de parálisis facial fueron atendidos con la inyección de hiposulfito de sodio en los puntos acupunturales. El más joven tenía 12 años de edad, y el más anciano, 75 años. El proceso evolutivo más corto era de 1 día, y el más largo, 25 años. Para estos enfermos fueron usados como principales los puntos hegu, yifeng, dicang, quanliao, sibai, yingxiang y jiache y como auxiliares los puntos zanzhu, xiaguan, sibai, taiyang y chengjiang. Los puntos principales fueron aprovechados cada dos días y los puntos auxiliares lo fueron al tenor del estado clínico.
Resultados del tratamiento impartido a los 70 pacientes cita­dos: De los 29 casos leves, 25 curaron y 4 mejoraron; de los 26 casos medianamente graves, 24 curaron y 2 mejoraron; y de los 15 casos graves, 12 curaron, 1 mejoró y 2 no cedieron al efecto. La curación de este grupo de enfermos alcanzó al 87,1%, el mejoramiento al 10%, el efecto nulo al 2,9%, y la eficacia total al 97,1%. El tratamiento mínimo tomó 4 sesiones; el máximo, 68 sesiones; y el promedio, 13,7 sesiones. En el transcurso de la mencionada terapia no se detectó cam­bios anormales en el área local ni en la totalidad del cuerpo. Cuando la densidad de la solución medicinal era del 12,5 por 100, el dolor en el área local era relativamente fuerte, y los pacientes se recuperaban rápido de su parálisis. Cuando la densidad era baja, el área local dolía menos, pero los enfer­mos reponían lentamente al tratamiento. La observación reve­laba, entre otras cosas, que una vez aplicado este medica­mento los músculos atrofiados lograron recobrarse en cierto modo.
Explicaciones adicionales:
1. La parálisis facial puede ocurrir a un individuo de cualquier edad, especialmente a los jóvenes y a las personas de edad madura y con mayor frecuencia en el sexo masculino que en el femenino. En la gran mayoría de los casos ocurre en un solo lado, y accidentalmente en forma bilateral. Es muy rara la recidiva en un mismo lado. En la mayor parte de casos, el paciente se recobra en 1-2 me­ses, el paciente relati­vamente grave se recupera en 3-6 me­ses, y una minoría de casos graves necesitan un año de tiempo para mejorar paulatinamente y tendrán a menudo secuelas como espas­mo de los músculos faciales y movimiento simultáneo de los mis­mos, secuelas que no podrán ser corregidas.
2. Las terapias aplica­das en los puntos acu-punturales tienen, indudablemente, efecto positivo, en tanto que ellas pueden acortar la duración de la enfer­medad y elevar la tasa de curación. Han pro­bado ser particular­mente eficaces para la neuritis facial. No obs­tante, hay divergencia de puntos de vista en cuestión de efecto terapéutico según las informaciones de di­versos lugares. Por medio del análisis de un vasto cúmulo de datos inferimos que esto quizás esté rela­cionado con la edad, el estado morboso, la duración de la afección, la etiología, la terapia adoptada y otros muchos fac­tores.
3. En la mayoría, la acupuntura y la moxibustión aplicadas a la etapa aguda de esta enfermedad son incapaces de poner fin al desarrollo de la parálisis en tiempo de 3-5 días. A la razón se debe pasar al estímulo liviano o a la moxibustión de «picar como un pájaro». Ordinariamente, estos métodos producen efectos notables en 2-3 semanas. Algunos enfermos, luego de curados en lo básico, tienen síntomas remanentes y, si conti­núan con la acupuntura, progresan lentamente. Otros pacientes, ansiosos de ser curados, acuden a varias terapias simultáneamente. Sin embargo, en lugar de obtener un rápido resultado, alguna que otra vez tienen dolor por su-persensibilidad en el área local, o síntomas de espasmo, mo­vimiento simultáneo y atrofia de los músculos faciales. En tal situación es menester interrumpir decididamente todo trata­miento al paciente durante 1-3 meses. A veces, esto permite al enfermo mejorar de modo es­pontáneo, o bien puede dársele 3-5 sesiones de acupuntura más suave. Como resultado, la mayoría de los casos pueden ser curados con prontitud. Y 4. A base de una gran cantidad de observaciones clínicas de casos tratados, la mayoría de ellos, asistidos en la etapa aguda con terapias en los pun­tos acupunturales, se han recu­perado notablemente durante los intervalos de tratamiento. Por consiguiente, cada curso de tratamiento no conviene que ocupe un excesivo número de sesiones y habitualmente es mejor que sea de 5-7 sesiones o de menos de 10. Lo que es más, resulta imperativo evitar la prosecución prolongada del tratamiento con muchas sesio­nes sin la interrupción de la acupuntura.